Las personas importantes en nuestras vidas algunas veces tienen que separarse de nosotros para seguir caminos que servirán para su crecimiento personal o espiritual, no podremos evitar extrañar su presencia ni tampoco podremos evitar pensar en ellos frecuentemente.
Sin embargo, podemos desearles desde el fondo de nuestro corazón que su vida esté llena de momentos gratos y bendiciones. Viendo el otro lado de la moneda ellos también nos extrañarán y se preocuparán por nosotros.
Dios guarde el camino de todas aquellas personas que por motivos de estudios, trabajos o decisiones personales tengan que separarse de sus seres queridos y les conceda volver con bien.
En realidad nunca estaremos separados del todo, pues nos une el Amor de Dios.
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Desde el escritorio de Xavier García
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