Hacer las cosas con Amor – Lo que más me deprime es la absoluta vulgaridad de mi existencia. Jamás en la vida he realizado algo tan importante como para volverme merecedor de la atención de todo el Mundo – se lamentaba el Discípulo –
“Te equivocas si piensas que obtener la atención de todo el mundo es lo que hace que una acción sea importante”. Replicó el Maestro.
Siguió una larga pausa. – Bueno, pero “es que tampoco he hecho algo que haya influido en alguien, ni para bien, ni para mal…” – “Te equivocas si piensas que influir en los demás es lo que logra que una acción sea importante”, volvió a comentar el Maestro.
“Pero entonces ¿qué es lo que hace que una acción sea importante?” – preguntaba con ansiedad el discípulo.
Responde el maestro: “ Hacer las cosas con amor, poniendo en ello todo el propio ser, y el corazón. Si hacemos el bien, no lo hagamos llevando las cuentas de lo que hacemos, ni estemos ansiosos por pasar facturas para que se nos recompense, tampoco deberíamos ir pregonando nuestros méritos.
Hacer las Cosas con Amor
”Si al final de la jornada nos sentimos cansados por el trabajo realizado, seguro que también estaremos satisfechos, porque nada produce más alegría que lo que se ha logrado con sacrificio. Pero sin darnos tanta importancia ni ir pregonando a todo el mundo lo cansado que estamos por lo que hicimos, entre otras cosas, porque los demás también trabajan y además si hemos recibido grandes favores gratuitos de Dios, es justo que también nosotros demos gratis, sin quejarnos demasiado si nadie nos alaba ni nos aplaude, es seguro que Dios sí nos está aplaudiendo, si hemos hecho las cosas con Amor”
Recuerda entonces la Tarea: Hacer las Cosas con Amor Pon en práctica esto durante esta jornada y mantén un corazón sencillo y humilde