Perdiendo la Fe .- Diariamente se nos presentan contratiempos en nuestra vida, situaciones tales como:
- tal vez mucho tráfico en el camino que nos impide llegar a tiempo al
trabajo con los consecuentes regaños y descuentos de sueldo. - Algún tramite tedioso en las oficinas de gobierno para poder obtener un papel que nos va a servir para realizar otro trámite, seguido del trato indiferente de las personas que nos atienden.
- La descompostura imprevista de nuestro vehículo, lo cual nos causará un gasto extra que seguramente no teníamos contemplado y que nos va a sacar de balance con nuestra economía.
y así se pueden mencionar mil contratiempos, con la familia, con los hijos, en el trabajo en fin…
Y estoy seguro en que en la mayoría de esas ocasiones volteamos los ojos al cielo y le preguntamos a Dios ¿por qué a mi? y de esta manera poco a poco vamos perdiendo la fe, día a día, contratiempo tras contratiempo.
Hoy quiero invitarte a que cambies tu actitud hacia la vida, sé que es difícil mantener la calma cuando aparecen estas situaciones en la vida que nos dan un revés y que retrasan nuestros planes.
Pero recuerda, no todo tiene que ser perfecto, siempre existirán contratiempos, problemas y malas noticias, pero está en nosotros elegir si seguimos perdiendo la fe, o si en vez de ello elegimos agradecer por cada cosa que Sí salió bien, porque frecuentemente olvidamos agradecer y confiar que Dios tiene un plan para cada uno de nosotros y debemos confiar que ese plan es mejor que el que nosotros pensábamos o creíamos o teníamos planeado.
Jeremías 29:11
Mis planes para ustedes solamente yo los sé, y no son para su mal, sino para su bien. Voy a darles un futuro lleno de bienestar.
Entonces, decide cada día confiar en Dios, en su plan divino, olvídate de reclamar y de lamentarte por cada cosa que “sale mal” y recuerda confiar en que todo saldrá bien y también recuerda agradecer por cada cosa que sí salió bien.