Carta para mi Mamá, hoy seguramente lo recuerdas con amor, el día en que supiste que una nueva persona llegaría a tu vida. Durante nueve meses me esperaste, y mientras esperabas, imaginaste cómo sería, buscaste un nombre para mí, y te ilusionaste por verme llegar.
Ahora que estoy aquí solo me queda retribuirte todo el amor que me diste desde antes de nacer y durante todo lo que llevo de vida.
Esta breve carta para mi mamá no se compara a nada de lo que tú has hecho por mí, pero se trata de una manera de hacer llegar a tu mente y a tu corazón el infinito amor que siento por ti y por cada cosa que representas en mi vida. Tu solo nombre es sinónimo de paz para mi ser, el consuelo que necesita mi alma en los momentos más oscuros de mi vida.
Carta para mi Mamá
Madre, desde mis primeros momentos, tú has estado presente, y has cambiado por completo tu existir para dirigir tus cuidados y tu vida hacia mí, dándome todo aquello que alguna vez tú recibiste. No dudaste en dejar a un lado tus propias comodidades para darme a mí la tranquilidad de una vida llena de atenciones.
Mi más grande éxito es saberte orgullosa de mí. Has reído conmigo en cada momento de felicidad, has llorado a mi lado cuando la tristeza se ha adueñado de mí, me has protegido en mis momentos de temor, todo esto desde siempre y sin esperar nunca nada a cambio.
Es precisamente ese amor tan desinteresado lo que te hace tan especial, nada se compara con lo que significas tú en mi vida, nada puede igualarse a tu amor y a tu bondad.
Perdón Mamá
No importa si es el día de las madres o no lo es, hoy quiero aprovechar esta pequeña carta como una forma de pedirte perdón, por no ser el mejor hijo / hija que hubieras podido tener. Por todas esas lágrimas que te hice derramar, por provocarte tantas preocupaciones. No es si no hasta este momento que puedo darme cuenta de la magnitud del impacto que cada una de mis acciones ha podido tener en tu vida.
Mamá, tú que has estado presente en cada momento de mi vida, no tengo palabras para definir lo mucho que me pesa saberte mortificada y preocupada por mí, cada palabra que lees en esta carta está inundada de un profundo sentimiento de admiración.
Aunque no puede reparar cada acción del pasado, espero que sí pueda construir el camino hacia una vida donde juntos podamos aprovechar cada momento que Dios nos está permitiendo vivir.
Y mientras quede vida en mí, mamá, yo te haré saber lo especial que eres, y lo feliz que me has hecho desde que nací.
Carta a mi Mamá – Conclusión
Mamita querida, que los años que estén por venir, sean para tu total y absoluta felicidad. Gracias por haberme permitido llegar a tu vida, gracias por todo lo que has hecho por mí, y sobre todo, gracias por siempre estar ahí. Mi cariño por ti es incalculable, no se apaga ni se extingue, es una llama infinita que arderá hasta que no esté en el plano terrenal.