Reflexiones para Matrimonios en Crisis

Reflexiones para matrimonios en crisis: Al pensar en el matrimonio y todos sus beneficios, muchas veces se tiende a esquivar los posibles momentos no tan felices y un poco incómodos. Sin embargo, cuando una persona se encuentra en una situación que intentaba evitar con tanto esmero, surgen emociones realmente desagradables y poco esperanzadoras.

Imagen Reflexiones para matrimonios en Crisis

Sentimientos de fracaso, insuficiencia e impotencia son los que prevalecen cuando las discusiones se han vuelto silenciosas y los corazones distantes. Durante las noches eternas, cuando la mente parece no dejar de divagar en todo y en nada a la vez, los pensamientos más constantes suelen ser preguntas sin respuestas aparentes:

  • ¿cómo llegamos hasta aquí?
  • ¿en qué momento empezó a desmoronarse todo lo que hemos construido?
  • ¿qué va a suceder?

Imagina que junto con una persona encuentran una pequeña llama en medio de una noche helada y deciden compartirla para calentarse. Con el tiempo deciden que quieren proteger esa llamita, y empiezan a construir unos muros alrededor para que el viento no la apague.

Relaciones de Pareja Imagen

Cada bloque debe unirse con cemento, arena y agua. Pasan días, meses y hasta años construyendo una fortaleza y disfrutando del calor del fuego. Pero llega un día en el que el suelo tiembla repentinamente y los muros amenazan con desplomarse. Ambos intentan proteger la llama y la estructura al mismo tiempo, mientras se miran aterrados a los ojos, sin saber qué hacer.

Las relaciones de pareja son como esos muros, y el amor es como esa llama que inició siendo pequeña. En un momento de crisis, cuando diversas situaciones amenazan con destruir lo que tanto ha costado edificar, es indispensable revisar los fundamentos de la construcción.

Reflexiones para Matrimonios en crisis – Materiales Escenciales

Como mencioné hace poco, para que los bloques se unan correctamente se necesitan tres materiales esenciales. Materiales que sin duda mantendrán esos muros de pie, sin importar cuan fuerte sea el sacudón. Materiales que indiscutiblemente serán medicina para sanar las grietas que amenazan con derribar todo a su paso.

 

 El cemento es el primer ingrediente, que lo interpretamos como la honestidad. Es casi imposible que una relación dure si no se construye en base a este valor. Diversas investigaciones han concluido en escalofriantes cifras en cuanto a matrimonios y divorcios alrededor del mundo.Imagen - La honestidad

Se dice que tres parejas se están divorciando en el mismo lapso de tiempo que una pareja toma para recitar sus votos. Y las causas más comunes que rompen matrimonios tienden a tener una base en la deshonestidad. Por tanto, es importante revisar si la honestidad ha sido un valor primordial en su relación, o si se la ha dejado de lado hace algún tiempo atrás.

Asimismo, si se ha identificado que uno de los problemas radica en la carencia de la completa verdad entre ambos, es necesario trabajar en fortalecerla como si fuera un músculo.

Trabajar por esa honestidad que crea entera confianza. Esforzarse por llegar a ser libros completamente abiertos el uno frente al otro. Anhelar aquella honestidad que deriva en una confidencialidad que solo los dos comprenden. Llegar a saber absolutamente todo de la otra persona, sin secretos, ni vergüenza, ni juicio.

Luchar por una honestidad tan profunda que cuando se cometa algún error, el primer instinto sea salir corriendo a los brazos del otro para contarle las embarradas, y no apurarse en ocultarlas.

Claro que existen diversos factores que pueden opacar los beneficios de la honestidad cuando esta existe, y por ello vamos a revisar nuestro segundo material que representa la arena: la humildad.

Cómo debería ser la Humildad en el Matrimonio

Cuando hablamos de humildad, nos referimos a aquella que yace en el corazón. Aquella que forja un carácter firme, generoso y compasivo. Es necesario trabajar continuamente en esta virtud, para conseguir ser y ofrecer apoyo constante.

la humildad en reflexiones para matrimonios en crisis

Ese apoyo genuino que anima cuando hay temor en tomar decisiones, o consuela cuando los resultados no han sido tan buenos. La humildad que se pretende alcanzar es aquella que nos enseña a valorar de manera trascendente a la otra persona, y que sus necesidades, gustos, metas y sueños también son importantes.

Hay que invertir en humildad, esa que merma el orgullo en medio de discusiones y prioriza el encontrar una solución en vez de culpables. Esa que reconoce que son los dos contra el problema, y no uno contra el otro. Esa que facilita pedir perdón y perdonar rápidamente. Esa auténtica humildad que sabe con certeza que existen defectos, pero que no los exhibe ni utiliza como armas de ofensa apenas tenga la oportunidad, sino que estimula un crecimiento personal en conjunto y reafirma su identidad fuera de sus errores. Una humildad que comprende, que no exige, que no ataca y que respeta la individualidad del otro.

Comunicación en el Matrimonio

El cemento y la arena no podrían fusionarse de no ser por el agua, aquel material que se traduce como la comunicación asertiva. Lamentablemente, muchos matrimonios no han aprendido a comunicarse de manera efectiva, lo que ha llevado a varios desacuerdos y vacíos de entendimiento de la otra persona y, posteriormente, acaban en un divorcio porque ya no se entienden.

La comunicación en el matrimonio

Es decir, es posible que dos personas estén hablando todo el día, y no estén diciéndose nada en realidad. Esto sucede cuando las horas se llenan de conversaciones superficiales, banales y sin sentido. Para llegar a establecer una comunicación profunda y constante, es necesario tener presente los dos materiales anteriores.

Esto debido a que es indispensable contar con una incesante honestidad, plena confianza, incorruptible respeto e inalterable estima para saber escuchar a la otra persona y no quitarle valor a lo que siente o dice. De esta manera, se logra mantener una conversación abierta a los sentimientos, sean gratos o desagradables, y a los hechos, sean confusos o complicados.

Reflexiones para matrimonios en crisis – Conclusión

Finalmente: así como el cemento, la arena y el agua hacen la perfecta mezcla para unir bloques y crear muros protectores de la preciada llama; si ambas personas fusionan la honestidad, la humildad y una comunicación asertiva, tendrían como resultado una resistente combinación para construir o reparar relaciones, para edificar memorias sobre experiencias, aventuras y crecimiento.

Y aún más importante, para proteger aquello que les da vida, esa llamita a la que llamamos Amor.

PD: Si conoces a alguna pareja que esté pasando por problemas no dudes en compartirle estas reflexiones para matrimonios en crisis, seguramente les serán de mucha ayuda.

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