El significado de Perdonar
A pesar que el significado de perdonar se asocia al hecho de no tomarle en cuenta a una persona los agravios, ofensas o delitos que haya cometido contra otra persona; realmente, su significado depende de la experiencia de cada persona, por eso pueden encontrarse significados variados.
En términos generales, perdonar no es un asunto tan fácil. Perdonar significa un proceso cuyo punto de partida es haber pasado o estar pasando por una situación de vida (personal, familiar, matrimonial, laboral, o social) en la que sufrimos los efectos de una herida causada por otra persona.
En consecuencia, se despiertan sentimientos negativos, pensamientos y emociones, como dolor, frustración, disgusto, rabia, ira y tristeza; pero que, en medio de esa situación de vida, se decide apartar, dejar atrás las ofensas recibidas, incluso, aunque se considere que la persona que va a recibir el perdón no se lo merece.
Hay que saber cómo hacerlo
Por eso, hay quienes expresan que perdonar significa el mayor acto de amor, no solo hacia la persona que se perdona, sino
más aún, amor hacia uno mismo, puesto que quien perdona se libera de una carga emocional negativa que afecta su bienestar, su ser, su estar, su vivir.
“Se perdona mientras se ama” (Francois de La Rochefoucauld)
“Una vida vivida sin perdón es una prisión” (William Arthur Ward)
Muy contrario a lo que algunos afirman, perdonar no significa olvidar. Olvidar sería renunciar a una posible lección de vida que nos podría servir para el futuro, o para ayudar a otros a optar por los beneficios del perdón.
“Perdonar no es olvidar. Pero ayuda a dejar ir el dolor” (Kathy Hedberg).
El Proceso de Perdonar
Perdonar, como proceso, implica una serie de etapas y tiempos que dependen de muchos factores, por ejemplo, de la personalidad de quien ha recibido un agravio o daño; de cuánto nos hayan enseñado a perdonar desde que éramos niños; del amor que sintamos; de nuestras creencias; de la magnitud del daño.
No es lo mismo perdonar por una herida causada por un mal entendido, a perdonar por una herida de tipo traumática.
Tampoco es el mismo proceso perdonar a alguien que se arrepiente y pide perdón, a perdonar a alguien que parece no tener conciencia del daño que ha causado.
Dependiendo de estos factores, para perdonar sólo podría bastarnos una reflexión, o en otro extremo, podríamos requerir de ayuda y ciertos tipos de terapias.
Por lo general, se hablan de varias etapas, como las señaladas por el Dr. José A. García en psicoterapeutas.com, a las cuales hemos incorporado otras ideas, y las compartimos contigo:
Cuatro Etapas del Perdón
Primera etapa: análisis, reconocimiento, y aceptación del daño sufrido, además, reconocer y entender cuáles son los motivos y las circunstancias que llevaron al ofensor a hacernos daño. Se trata de comprender la fragilidad humana, porque como dice el reconocido psiquiatra español Enrique Rojas: “comprender es aliviar”, y el alivio del dolor es fundamental para poder dar el paso de perdonar.
Segunda etapa: elegir la opción de perdonar. Esto puede resumirse en lo que explica la hermana Glenda, religiosa y psicóloga: se trata de decidir “soltar la persona que hizo el daño; dejar de pensar en esa deuda u ofensa que tiene contigo y volver a centrar tu vida en lo que realmente importa”.
“El perdón no siempre es fácil. A veces, el perdonar al que lo causó se siente más doloroso que la herida que se sufrió. Y sin embargo, no hay paz sin perdón” (Marianne Williamson).
Tercera etapa: aceptación del sufrimiento y de los sentimientos y emociones negativos, tales como ira, rabia, depresión, deseos de venganza; sentirlos es natural y normal, pero es fundamental aceptarlos y estar conscientes que el decidir perdonar no los eliminará inmediatamente.
Como indica el Dr. García: “el problema no es tener esos sentimientos, sino en actuar dejándose llevar por ellos en contra de valores e intereses más importantes”, todo requiere de tiempo.
“El perdón es la venganza más dulce” (Isaac Friedman)
Cuarta etapa: una expresión explícita del perdón. Hay varias formas y ritos de expresar el perdón, como por ejemplo una expresión íntima en el corazón, escribiendo en un papel, o conversando directamente con la persona que ofendió y originó el sufrimiento.
Conclusión
“Escribe los agravios en el polvo, las palabras de bien escríbelas en el mármol” (Benjamin Franklin)
A veces la liberación no es total, por lo que se tendrían que repetir los pasos que sean necesarios.
“Si bien puede parecer un acto bastante simple, el perdón es un proceso bastante difícil y muy delicado que, si se ejecuta correctamente, puede ser profundamente conmovedor y una gran experiencia de aprendizaje” (Robert Enright).