3.- Definir un plan de acción detallado que conste de pequeñas tareas que puedas ir cumpliendo fácilmente y paso a paso. Revísalas y replantéalas de vez en cuando si no te están guiando por el rumbo adecuado.
4.- Actuar, ponerte en acción.
Una vez que ya tienes definidos estos pasos y ya te pusiste en acción, pero sin embargo sientes que no estás alcanzando los objetivos deseados ¿qué está pasando?.
Si realmente estás convencido de que la meta que deseas alcanzar te va hacer feliz, que te va ayudar en tu crecimiento personal, entonces recuerda que Nunca hay que Rendirse. Ten la seguridad de que lo conseguirás, mantén la esperanza viva, mantén la fe y enfócate en tu objetivo. No le pierdas la vista a tu meta ni le quites tu atención. Sigue luchando.